¡Hola chicos y chicas!
Como ya sabéis hace cuatro días fue San Valentín y que mejor manera que estrenar las entradas semanales hablando del amor. Pero voy a tratar este tema de una manera diferente, pues voy hablar sobre este sentimiento tan puro desde la perspectiva del amor propio.
Creo que todos somos conscientes de que la sociedad ha creado unos prototipos de belleza tanto en hombres como en mujeres bastantes irreales y difíciles de conseguir. ¿Por qué irreales? porque hasta la persona que vemos posando en una foto o en un vídeo a través de la pantalla tienen sus imperfecciones, complejos e inseguridades. Nadie es perfecto. Estos canones de belleza hace que nos comparemos la mayor parte del tiempo con el que tenemos en frente o con la mayoría de influencers que muestran una vida perfecta. Todo esto, poco a poco, hace que nos centremos en aquello que nos falta y no sepamos valorar las innumerables cosas buenas que tenemos. Y ojo, soy la primera que desearía cambiar los defectos que tengo para ser un poco más perfecta a ojos de la sociedad. Pero creo que con 18 años y estudiando la carrera de Educación Social la madurez y la perspectiva acerca de la realidad es otra.
¿Pero qué pasa con aquellos y aquellas adolescentes que se están adentrando en esta etapa de la vida y todavía no saben quienes son? Lo que ocurre es que se empiezan a comparar con el influencer de turno y no son capaces de acepatarse, quererse y valorarse. Empiezan a odiarse a ellos mismos, comienzan a salir las inseguridades y dejarse manipular facilmente por miedo a quedarse solos, empiezan a juntarse con el primer grupo que se les cruza por su camino sin tener en cuenta si les aporta cosas buenas o malas por el hecho de que no van a conseguir nada mejor, también dejan de comer y aparecen las enfermedades como la bulimia y la anorexia porque "cuanto más delgadas y delgados estemos más guapos y guapas vamos a ser" y no lo digo yo lo dice nuestros pensamientos que en algún momento a todos y a todas nos han fallado. Suerte que cada vez son más las personas que tenemos de referencia que se muestran tal y como son, sin filtro alguno.
Por todo lo anterior, pienso que si desde pequeños no nos enseñan a querernos y por ende, carecemos de amor propio es muy difícil que el día de mañana sepamos querar a otra persona, ya que las parejas son como el grupo de amigo que hablaba anteriormente, va a venir la primera persona que se nos cruce por el camino, nos va a decir un par de palabras bonitas que a todos y a todas en algún momento nos ha gustado escuchar y vamos hacer todo lo posible porque se quede sin ser consciente de que quizás no solo baste con eso ya que haga falta más valores como el respeto, la confianza o la comunicación y así prevenirnos de una persona maltratadora. Por ello debemos de empezar a aceptar y valorar a uno mismo como persona y saber que merecemos y que no. Recordad no se trata de querer mucho si no de querer bien.
¿Qué os parece esta reflexión? ¿Estáis de acuerdo conmigo?
A continuación os dejo el vídeo en el que me he inspirado.
Me parece una entrada tanto preciosa como esencial de enseñar y hacer llegar a toda la sociedad, cada vez el amor se ve de otra manera y coincido que el más importante debe ser el amor propio. Me gusta la forma en la que te expresas y lo bien redactado que está, subrayando algunas frases con un significado especial. Bajo mi punto de vista, muchos de los problemas que hay hoy en día en la sociedad viene por unos prototipos de belleza, coincido 100% con tu opinión.
ResponderEliminarHola Ana, espero que nosotras como futuras educadoras sociales podamos hacer ver y ayudar a las personas (pero sobre todo a los adolescentes) que lo mas importante es quererse a uno mismo.
ResponderEliminarHola Carla, tú reflexión sobre este tema ha estado genial, ya que como bien dices es más importante querer bien que querer mucho. Es muy importante que niños que ahora están entrando a la etapa y que más cambios lleva tanto psicológicos como físicos se sepan apreciar y valorarse porque si no lo hacemos nosotros mismos quien lo va a hacer. Nos tenemos que querer nosotros para así poder querer a los demás, porque si no estamos agusto con nosotros nunca vamos a estar bien con nadie puesto que siempre van a aparecer las típicas inseguridades de seguro que si viene alguien mejor que yo me va a cambiar. Estoy de acuerdo en todo lo que has expuesto, muy buena entrada.
ResponderEliminarExacto! Al final las relaciones se terminan reduciendo en celos e inseguridades, es decir, en algo tóxico. Y esto jamás va a ser amor. Espero que nosotras como educadoras sociales y con ayudas de otros profesionales podamos concienciar a los jóvenes.
EliminarHola Carla, creo que has elegido un tema muy bonito para tu entrada semanal, ya que a mi parecer en el mundo hace falta mucho amor y menos rechazo. Cuando hablo de rechazo me refiero a ser excluidos por otras personas o incluso por nosotros mismos.
ResponderEliminarComo has comentado la sociedad actual tiene en mente un prototipo bastante idealizado y todos queremos conseguirlo.
Los jóvenes ( las chicas mucho mas que los chicos) se fijan en la vida de las influencers y crean una baja autoestima en ellos mismos.
Todos deberíamos saber que seamos de una forma u otra, somos increíbles, que nadie es perfecto y que cada uno tiene sus propias virtudes y defectos.
Un saludo!!
Totalmente de acuerdo contigo Laura, debemos de hacerle ver al mundo que cada uno es totalmente diferente y que por ello no es nada sano que nos comparemos con la persona que tenemos al lado.
EliminarGracias!